domingo, 5 de septiembre de 2010

Cuentos para antes de dormir

El volantín

Un niño jugaba con un volantín, el cual subía, volvía a bajar un poco, luego trepaba aun mas rápidamente según soplaba el viento. De repente oculto por una nube, no se le vio mas.

-¿Que haces aquí? -le pregunto una persona que pasaba por el lugar.
-Juego con mi volantín.
-¿Como? ¿un volantín? No lo veo, y tu tampoco
-No lo veo pero lo siento. Y mostró el hilo que tiraba fuertemente de su mano.

Esto es similar a quienes preguntan "¿Donde esta Dios?" El esta con nosotros aunque el mundo no lo vea. Siempre esta con nosotros, día y noche. Su mirada nos guia, su brazo nos protege, el nos lleva de la mano. Le contamos nuestras penas y alegrías, el escucha lo que le pedimos. Nos habla a través de su palabra, la biblia. Si nos reprende, lo hace porque nos ama y desea que gocemos mas de El.

Así como a veces el viento sopla fuerte, nosotros también tenemos, de vez en cuando, cosas que nos molestan o duelen. Entonces parece que una nube nos tapara el cielo. Pero, como si hubiera un hilo que nos uniese a Dios, le sentimos y sabemos que el esta con nosotros para calmarnos y cuidarnos.

"Yo estoy con vosotros todos los días"
Mateo 28:20


"Jesucristo, a quien amáis sin haberle visto, en quien creyendo, aunque ahora no le veáis, os alegráis con gozo inefable y glorioso"
1 Pedro 1:8




La picadura de la abeja

¿Sabias que la abeja, después de picar, muere porque su agujón se queda donde ha picado?
Pues bien; un niño jugaba alegremente en el patio de su casa. De repente, una abeja se le acerco y empezó a volar a su alrededor para picarle. El pequeño, al espantarla, hacia que la abeja se enojara cada vez más. Al final corrió y se echo en los brazos de su mamá. Esta lo protegió cubriéndole con su cuerpo. Entonces, la abeja furiosa, la pico en un brazo. La mamá aguanto dar un grito de dolor y, al ver como la abeja caía muerta, soltó al niño diciéndole: -La abeja me pico. Ya no puede hacerte daño.
El diablo es tu enemigo y te persigue para hacerte mal. Solo podrás librarte de el si te refugias en los brazos del Señor Jesús. El fue herido en tu lugar; el diablo no puede hacerte daño si estas protegido por Jesús. Confía en El.


"El eterno Dios es tu refugio, y acá abajo los brazos eternos" 
Deuteronomio 33:27


viernes, 3 de septiembre de 2010

Dios si existe amiguito!

Un hombre fue a una peluquería a cortarse el cabello y recortarse la barba, como es costumbre. En estos casos entabló una amena conversación con la persona que le atendía. Hablaban de tantas cosas y tocaron muchos temas, de pronto tocaron el tema de Dios, el peluquero dijo:

- Fijase caballero que yo no creo que Dios exista, como usted dice.
- Pero, ¿por qué dice usted eso? - preguntó el cliente.
- Pues es muy fácil, basta con salir a la calle para darse cuenta de que Dios no existe, o dígame, acaso si Dios existiera, habrían tantos enfermos, habría niños abandonados, si Dios existiera no habría sufrimiento ni tanto dolor para la humanidad, yo no puedo pensar que exista un Dios que permita todas estas cosas. El cliente se quedó pensando un momento, pero no quiso responder para evitar una discusión. El peluquero terminó su trabajo y el cliente salió del negocio.

Recién abandonaba la peluquería cuando vio en la calle a un hombre con la barba y el cabello largo, al parecer hacia mucho tiempo que no se lo cortaba y se veía muy desarreglado. Entonces entró de nuevo a la peluquería y le dijo al peluquero.

- ¿Sabe una cosa? los peluqueros no existen
- ¿Cómo que no existen? preguntó el peluquero
- Si aquí estoy yo y soy peluquero.
- No! Dijo el cliente, no existen porque si existieran no habría personas con el pelo y la barba tan larga como la de ese hombre que va por la calle.
- Ahh, los peluqueros si existen, lo que pasa es que esas personas no vienen hacia mí.
- Exacto! Dijo el cliente ese es el punto, Dios sí existe lo que pasa es que las personas no van hacia él y no le buscan, por eso hay tanto dolor y miseria.
 
"Dice el necio en su corazón: No hay Dios. Se han corrompido, hacen obras abominables; No hay quien haga el bien"  Salmos 14:1



miércoles, 1 de septiembre de 2010

"Dejad a los niños venid a mi"

Ven a Jesús

A ti te habría gustado encontrarte con el Señor Jesús cuando estaba en este mundo. El dijo: "Dejad a los niños venid a mi, y no se lo impidáis, porque de los tales es el reino de los cielos" (Mateo 19:14-15). El Señor los tomaba en sus brazos y los bendecía. El sabia consolarlos, enjugar sus lágrimas y amarlos verdaderamente. Tu habrías podido correr a su encuentro: pero Emilia no. La pequeña no podía correr; ni siquiera podía caminar. A los nueve años a causa de una parálisis, había sufrido muchas operaciones en los brazos y en las piernas. Ella amaba con todo su corazón al Señor y sabia dirigirse a El en oración con palabras muy simples. Con sus grandes ojos marrones y su picara sonrisa, ella atraía la simpatía de todos. ¿Qué la distinguía de otras niñas? Emilia estaba en una silla de ruedas rosada y tenia un inmenso valor. Ya había sufrido muchas decepciones. A los cinco años ella lloraba y gritaba: "¿para que me sirve tener piernas si solo las tengo de adorno?" Habían querido ubicarla en una escuela especial, pero ella se rehuso concurrir. Emilia tenia miedo que la consideraran como una minusválida, por lo que curso sus estudios en una escuela normal. Cuando algo le hacia daño o la apenaba, Emilia le contaba todo al Señor. Ella lo conocía bien: "El Señor es mi Salvador, El murió por mi en la cruz. Y también quiere salvarte a ti" Emilia sabia hacer presentes las realidades eternas. "Mi cuerpo actual me sirve solamente por algun tiempo y para la tierra; Dios me lo ha dado para tocar la vida de otras personas como yo. Agradezco a mis padres que se preocupan de mi todo el tiempo: me cepillan los dientes, me duchan, me peinan, me visten, me dan de comer, me colocan en mi silla... Jesús ama a todos los niños, sean blancos o negros, ciegos o sordos, enfermos o sanos, El ama a todos sin excepción"
Su versículo favorito era: "Para los hombres esto es imposible, mas para Dios todo es posible" (Mateo 19.26)
La historia de la Biblia que le gustaba mucho es la que se lee en Marcos 2:1-12, donde vemos a Jesús en Capernaum. En la casa donde El estaba se había juntado mucha gente y no había mas lugar, ni dentro ni fuera. Jesús les anuncio la Palabra de Dios. Cuatro personas cargaban a un paralitico al cual querían llevar a Jesús, pero no podían llegar a El a causa de la multitud. Entonces ellos levantaron una parte del techo, justo encima de donde Jesús estaba. Por esa abertura, bajaron al paralitico que yacía en su camilla. Cuando Jesús vio la fe de ellos (El vio también el ingenio que tuvieron y el empeño que mostraron), dijo al paralitico: "Tus pecados te son perdonados" Y también le dijo: "A ti te digo: Levantate, toma tu lecho, y vete a tu casa" En seguida, el hombre se levanto delante de todos, tomo su camilla y salio de allí. "Todos se asombraron, y glorificaron a Dios, diciendo: nunca hemos visto tal cosa"
Emilia sabia que había obtenido su mayor victoria al haber confiado su vida a Jesús, y decía. "Pienso que lo mas importante en nuestra vida es tener una relación personal con Jesucristo, para poder ir al cielo. ¡Alli ya no necesitare una silla de ruedas! Yo no se lo que Dios quiere hacer de mi vida, pero se que sera algo especial..."